Han hecho bien, porque los oyentes de Telperion no se iban a detener en una pataleta de frikis, como sin lugar a dudas había creído la directiva de Radio Arrebato, a juzgar por la condescendencia de sus respuestas por mail. La carta para llevar a cabo una protesta a los patrocinadores de la emisora ya estaba redactada, y muchos hablaban de la posibilidad de tomar acciones legales contra la directiva, por vulnerar la intimidad de los chicos de Telperion aireando sin tapujos correos y datos privados.
Dicen, en su escueto comunicado, que ambas partes "aceptaron su culpa" y se pudo llegar a un acuerdo. A pesar, por supuesto, de que en ningún momento han expuesto cual era "su parte" de culpa, y sin embargo sí que se tomaron la molestia de divagar sobre varios esperpentos en los correos de respuesta, acusando a Telperion de provocar su propia cancelación. Sé que es lo máximo que vamos a poder sacar, pero me gusta meter el dedo en la llaga: solo una de las dos partes comenzó y terminó el periplo con integridad, y no es algo que se deba ignorar.
Se han dado varias lecciones con este incidente. Una, la más importante, es que implicarse importa. Algo tan trivial como un correo y diez minutos puede hacer que una emisora se retracte, si se consigue dar ejemplo (no digo que lo diera yo, yo fui uno de tantos). Otra, que tenemos que seguir juntos, como afición y comunidad, si queremos cambiar algo.
En el futuro puede que se plantee una situación desagradable que podemos reparar: una editorial que nos toma el pelo, un periódico que difama sin fundamento nuestra afición y a los que la practican (como bien dice Avatar, con el ejemplo del "crimen del rol"), un debate viciado en televisión... Y cuando eso pase, debemos recordar Telperion.
Cuando anuncié que el programa era cancelado, dije que los roleros nos sentíamos un poco más aislados que antes. Hoy, que me hago eco de su regreso, puedo decir sin temor a equivocarme que los roleros nos sentimos más unidos que nunca.
Un saludo.
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